28/1/11

PARA ORAR: del 31 al 6 de FEBRERO

Lunes, enero 31, 2011
San Juan Bosco, Presbítero (Memoria)

Primera Lectura: Hebreos 11:32-40
Salmo Responsorial:
Salmo 31:20-24
Evangelio:
Marcos 5:1-20

Las bienaventuranzas de Jesús son un canto optimista a la solidaridad, al compartir, a la ayuda mutua, al amor sin fin...

Ante este texto tan importante, debo preguntarme:

· ¿Dejo que Jesús imprima su ley en mi vida? Es decir ¿atiendo a Jesús?

· ¿Qué significaría hoy en mi vida ser pobre de espíritu, confiar totalmente en Él?

· ¿Cuáles son los sufrimientos que en mi vida yo no he asumido para que Jesús pueda consolarme?

· ¿Soy humilde para reconocer que todo lo que yo necesito para vivir viene de Dios y sólo de Él?

· ¿Mi vida refleja la Paz y la Justicia?

· ¿Tengo compasión de todos los que sufren y procuro por todos mis medios ayudarlos, acompañarlos, hacer que su situación cambie?

· ¿Tengo un corazón limpio? ¿Mis acciones con las demás personas apuntan a su cuidado? ¿o tengo un corazón doble y pienso usar a los demás?

· ¿Quién me ve a mí puede decir que yo trabajo por la paz, que mi presencia siempre causa paz en los ambientes donde se necesita?

· ¿He sido perseguido alguna vez por causa de defender la justicia? Puede ser en mi trabajo, en mis ambientes, en la escuela… ¿Cuándo me he sentido raro por esta defensa?

· ¿Alguna vez experimenté que me insultaran, que hablaran mal de mí, que se alejaran y me maltrataran por ser cristiano?

· Y finalmente la gran pregunta: ¿He notado la alegría que promete el Señor en su Evangelio? O al revés, ¿cada vez que me sucedió algo de esto, me hizo sentir peor? Porque esta es la clave de interpretación de este texto: La alegría

Compromiso: Esforzarme en vivir la Bienaventuranza que más me cuesta.

Martes, febrero 01, 2011

Primera Lectura:
Salmo Responsorial:
Evangelio:

Hebreos 12:1-4
Salmo 22:26-28, 30-32
Marcos 5:21-43

El evangelio de hoy nos presenta a dos enfermos que acuden al médico para pedir que los cure de su verdadera enfermedad. Si ellos fueron curados, ¿qué necesitamos nosotros para lograr nuestra curación?
Primero, saber qué me pasa, qué me duele, qué molestia siento pues siempre tenemos alguna molestia. Podemos padecer el cáncer de egoísmo, o la pulmonía del enfado que nos hace reñir con todo mundo, fiebre de pereza…. Una vez localizado nuestro mal lo siguiente es acudir al doctor, a la Iglesia, al sacerdote, para que sane la dolencia del alma.

Reflexiona hoy sobre “tus enfermedades”, aquello que te aleja de Jesús y pídele que te ayude.

Compromiso: Hoy me esforzaré por estar más atento a las necesidades de los demás y les ayudaré.

Miércoles, febrero 02, 2011

Primera Lectura: Malaquías 3:1-4
Salmo Responsorial:
Salmo 24:7-10
Segunda Lectura:
Hebreos 2:14-18

Evangelio: Lucas 2:22-40 o 2:22-32

La escena evangélica es rica, volvamos a ella: han pasado cuarenta días desde el nacimiento del Señor y lo llevan para presentarlo en el Templo. La Sagrada Familia entra a la casa de Dios en actitud de obediencia. El niño Jesús, en los brazos de su madre, la Virgen María, es consagrado al Padre. Y nosotros, ¿con qué actitud nos presentamos al Señor cuando entramos a la Iglesia? ¿Con qué fervor vivimos la liturgia eucarística? ¿Con qué atención escuchamos la Palabra de Dios y con qué reverencia nos acercamos a recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo? ¿Lo hacemos como lo harían José y la Virgen Santísima? La presentación de Jesús en el Templo, despierta igualmente en nosotros la conciencia de nuestra pertenencia a Dios. Por nuestro bautismo somos de Cristo. Él es el Señor de nuestra vida. Todo lo que somos es de Él. Pertenecemos a su Iglesia, tanto a la Iglesia universal como a la comunidad parroquial. ¡Seamos miembros activos de la Iglesia!

Compromiso: Me esforzaré por tener detalles por mis padres, que un día, al igual que José y María, me llevaron a la Iglesia para hacerme “hijo de Dios”, por el bautismo.

Jueves, febrero 03, 2011

Primera Lectura:
Salmo Responsorial:
Evangelio:

Hebreos 12:18-19, 21-24
Salmo 48:2-4, 9-11
Marcos 6:7-13


Jesús empieza a enviar a sus discípulos a la misión.

Los apóstoles llevaban tiempo acompañando a Jesús, viendo sus signos, escuchando sus enseñanzas,…

Nosotros también llevamos tiempo siguiéndolo. Continuamente nos acercamos a Él para pedirle ayuda, pero hoy es al contrario, es Él quien se acerca a nosotros para decirnos: “ha llegado vuestra hora, necesito que colaboréis en mi misión, anunciad mi mensaje con el testimonio de vuestra vida, con vuestra fe, con vuestras obras,… No tenéis que ir a otros pueblos, hacedlo en vuestro ambiente, entre vuestros amigos, compañeros, familia… No tengáis miedo de hablar de mí, aunque no os escuchen y se rían, también lo hicieron conmigo. Sé que pensareis como algunos de mis profetas: “pero si soy aún un niño y no se hablar”. No te fijes en tu edad, Soy Yo quien te envío y si tienes fe verás obras grandes.

Reflexión:

¿Cómo puedo dar testimonio a los que me rodean?

¿Qué tengo que cambiar en mi vida para ser un buen testigo de Cristo?

Compromiso: Ofrecer algo que me cueste por la conversión de los pecadores.

Viernes, febrero 04, 2011

Primera Lectura:
Salmo Responsorial:
Evangelio:

Hebreos 13:1-8
Salmo 27:1, 3, 5, 8-9
Marcos 6:14-29

La fama de Jesús llega hasta Herodes. El había matado a Juan Bautista porque le reprochó sus pecados. Juan era “la voz que gritaba en el desierto, entre los que no creían, para que cambiaran y se convirtieran porque el Mesías estaba cerca”.

Decir la verdad, dar testimonio de Jesús, no avergonzarnos de ser cristianos,…. Puede que en algún momento nos traiga problemas, a muchos hermanos nuestros que viven en países no cristianos, les está costando la vida. Pero no podemos dejarnos llevar por el “qué dirán de mí”, “que van a pensar”,…pues de lo contrario, tarde o temprano terminaremos negando a Dios y haciéndonos uno de ellos.

Reflexión:

¿Me avergüenzo de ser cristiano?

¿Me alimento de los sacramentos de la Eucaristía y del Perdón para fortalecer mi fe?

Compromiso: Hablar a alguien de Jesús.

Sábado, febrero 05, 2011

Primera Lectura:
Salmo Responsorial:
Evangelio:

Hebreos 13:15-17, 20-21
Salmo 23:1-6
Marcos 6:30-34

Los discípulos vuelven de su misión, han estado anunciando tu evangelio y tienen ganas de encontrarse contigo para contarte todo lo que les ha sucedido. Tú también tenías ganas de verlos, es la primera vez que van a anunciar el evangelio sin ti. Pero cuando se encuentran contigo estás rodeado de gente.

¡Cuántas veces nos ha sucedido algo bueno y estamos deseando de contarlo a nuestro mejor amigo! y que mal nos sentimos cuando tenemos que esperar porque no puede atendernos.

Pero Jesús les pide que suban a la barca para poder ir a algún lugar tranquilo para hablar.

Reflexión:

¿Busco a lo largo del día algún tiempo para estar a solas con Jesús y dialogar con él?

¿Les cuento las cosas como a mi mejor amigo y le pido ayuda cuando lo necesito?

¿Me preocupo por conocer cada día más a Jesús a través de la lectura del Evangelio?

Compromiso: Leeré un rato el evangelio.

Domingo, febrero 06, 2011
Quinto Domingo del tiempo ordinario

Primera Lectura:
Salmo Responsorial:
Segunda Lectura:
Evangelio:

Isaías 58:7-10
Salmo 112:4-9
I Corintios 2:1-5
Mateo 5:13-16

El Evangelio de este domingo nos invita a ser sal y luz del mundo.

Cuántas veces hemos escuchado. ¡Qué persona más salada! O ¡Qué soso es!

Cristo nos invita a dar sabor al mundo en el que vivimos. No quiero que ocultéis loas gracias que os concedo, vuestros talentos, cualidades son para ponerlas al servicio de los demás, porque un candil no se enciende para esconderlo en un cajón, sino para dar luz al que vive en oscuridad. Eso tiene que ser nuestra vida, una pequeña llamita que ilumine al que no ve, que da el calor de la caridad al que tiene frío,…

Os invito a ver el siguiente video, que está muy unido al evangelio.

Reflexión:

· ¿Soy luz para los demás?

· ¿Qué puedo hacer para dar luz a quien no conoce a Jesús?

Compromiso: Visitaré a alguien que se sienta solo para darle un rato de compañía (abuelos, un vecino…)

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