6/2/11

PARA ORAR: del 7 al 13 de FEBRERO

Lunes, febrero 07, 2011

Primera Lectura:
Salmo Responsorial:
Evangelio:

Génesis 1:1-19
Salmo 104:1-2, 5-6, 10, 12, 24, 35
Marcos 6:53-5


Comentario
El evangelio de hoy es como un resumen de una de las actividades que más tiempo ocupaban a Jesús: la atención a los enfermos.
Son continuas las noticias que el evangelio nos da sobre cómo Jesús atendía a todos y nunca dejaba sin su ayuda a los que veía sufrir de enfermedades corporales, psíquicas o espirituales. Curaba y perdonaba, liberando a la persona humana de todos sus males. En verdad «pasó haciendo el bien».
Como se nos dice hoy, «los que lo tocaban se ponían sanos». No es extraño que le busquen y le sigan por todas partes, aunque pretenda despistarles atravesando el lago con rumbo desconocido.
Un cristiano que quiere seguir a su Maestro no puede descuidar esta faceta: ¿cómo atendemos a los ancianos, a los débiles, a los enfermos, a los que están marginados en la sociedad? Los que participamos con frecuencia en la Eucaristía no podemos olvidar que comulgamos con el Jesús que está al servicio de todos, «mi Cuerpo, entregado por vosotros», y por tanto, también nosotros debemos ser luego, en la vida, «entregados por los demás». De modo particular por aquellos por los que Jesús mostró siempre su preferencia, los pobres, los débiles, los niños, los enfermos.

Reflexión:

· Y nosotros, cuando nos acercamos a Jesús, ¿Sólo le pedimos que nos haga un milagro? ¿O nos comprometemos con Él a transformar nuestra vida y a seguirlo como verdaderos discípulos?

· ¿Nos preocupamos por visitar a nuestros familiares y amigos enfermos?

Compromiso:

- Estaré pendiente de lo que necesitan los demás y les ayudaré
Martes, febrero 08, 2011

Martes, febrero 08, 2011

Primera Lectura:
Salmo Responsorial:
Evangelio:

Génesis 1:20 -- 2:4
Salmo 8:4-9
Marcos 7:1-13

Para muchos, ser cristianos consiste en cumplir unos mandamientos y "prácticas religiosas" realizadas con más o menos conciencia. Sin embargo, no es así. Jesús, en este evangelio, critica a aquellos que hacen las cosas “para cumplir” y se olvidan de poner amor en lo que hacen.

Nos llamamos cristianos porque hemos sido bautizados y muchos añaden que “creen en Dios”, pero no necesitan participar de los sacramentos.

Reflexión :

· ¿Qué significa para mí ser creyente?

· ¿Es posible ser practicante y no creyente?

· ¿Es posible ser creyente y no practicante?

· ¿Cómo vivo mi fe en Cristo?

Compromiso:

- Antes de hacer las cosas pensaré cómo las haría Jesús.

Miércoles, febrero 09, 2011

Primera Lectura:
Salmo Responsorial:
Evangelio:

Génesis 2:4-9, 15-17
Salmo 104:1-2, 27-30
Marcos 7:14-23

Jesús enumera una lista de cosas que manchan el corazón. Repasémosla en esta oración, y veamos si alguna de ellas está ensuciando nuestro interior. En un diálogo sincero, de corazón a corazón, preguntémosle a Jesús cómo ve nuestro interior, cómo va nuestra pureza de intención, si nos autojustificamos, si pensamos que todos “hacen” tal cosa, que en determinadas circunstancias sí se puede obrar de tal o cual modo… Jesús, ¿cómo va mi caridad? ¿Hay en algún lugar de mi corazón cierta injusticia para con los otros, envidia o crítica? Ojalá salgamos de esta oración decididos a jamás hablar una sola palabra en contra de nadie; que nos resolvamos de una vez por todas a pensar siempre bien de los demás. Del corazón nace también la codicia, el robo, el derroche, la superficialidad. ¿Jesús te agrada cómo hago uso de los bienes materiales que has puesto a mi disposición? ¡Señor purifica mi corazón!
Propósito:
- Vivir hoy con pureza de intención. Mi lema del día será: “Dios me ve”.

Jueves, febrero 10, 2011
Santa Escolástica, Virgen (Memoria)

Primera Lectura:
Salmo Responsorial:
Evangelio:

Génesis 2:18-25
Salmo 128:1-5
Marcos 7:24-30

Cuando se lee este evangelio da la impresión de que Jesús no presta atención a esta mujer y la trata con dureza, sin embargo lo que Jesús quiere hacer es enseñarnos como tenemos que orar:

“Con profunda sencillez volvió a rogar a Jesús que le curara a su hija”. En sus palabras vemos reflejadas las características de la verdadera oración: fe, humildad, perseverancia y confianza. De ella aprendemos que la oración sincera es infaliblemente efectiva, que cuando rezamos con rectitud de intención Dios nos escucha. Este pasaje evangélico nos enseña a ser audaces en la oración, a pedir lo que realmente necesitamos, a hacerlo con fe, con una adhesión filial a Dios.

Esta es la fuerza de la oración: Todo es posible para el que cree. Por último, recordemos que no basta decir “Señor, Señor”. Hay que disponer el corazón para aceptar la voluntad del Padre.

Reflexión:

¿Cómo es nuestra oración?

¿Pedimos con fe lo que necesitamos, insistiendo, o nos cansamos cuando Jesús no nos lo concede pronto?

Propósito:

Rezar un misterio del rosario ofreciéndolo por las necesidades de mi familia.

Viernes, febrero 11, 2011

Nuestra Señora de Lourdes (Memoria Libre)

Primera Lectura:
Salmo Responsorial:
Evangelio:

Génesis 3:1-8
Salmo 32:1-2, 5-7
Marcos 7:31-37

EL MENSAJE DE LA VIRGEN MARIA EN LOURDES

En 1858 la Virgen María apareció en una gruta de los Pirineos, cerca de Lourdes en Francia, a una humilde niña, llamada Bernardita Soubirous. La Señora le pidió que fuera por quince días a la gruta, para recibir sus mensajes. Era el día 11 de febrero; la última vez será el 16 de julio del mismo año.

El mensaje de Lourdes es claro y consiste en un renovado llamado a la conversión de los hombres, invitándolos a un cambio sincero de vida, para abrirse finalmente al Reino de Dios. Esta es la gracia especial de Lourdes, donde las confesiones-conversiones son lo más milagroso que se realiza a diario. Allí los peregrinos encuentran una verdadera paz y serenidad, que revela un contacto con lo sobrenatural.

La Virgen María pide a Bernardita, y por medio de ella a todos nosotros:

1. Oración: el rezo del Rosario pero sobre todo la acción de gracias en la Eucaristía.

2. Penitencia y Conversión: con el sacramento de la Reconciliación, pero también con la solidaridad hacia los más necesitados y el ofrecimiento de las dificultades (enfermedades) para cumplir la voluntad de Dios.

3. Comunión con la Iglesia: “Vengan en peregrinación y procesión... construyan un templo... y celebren comunitariamente la fe”.

Sábado, febrero 12, 2011
Misa votiva de la Santísima Virgen María

Primera Lectura:
Salmo Responsorial:
Evangelio:

Génesis 3:9-24
Salmo 90:2-6, 12-13
Marcos 8:1-10

Jesús se dio cuenta de las necesidades de la multitud que lo seguía, hasta tal punto que sintió lástima de ellos y no quería despedirlos en ayunas. Después de considerar en su corazón cómo algunos habían venido desde lejos a buscarlo, mandó a la gente que se sentara, luego les dio de comer… Todo esto nos hace ver cómo el Señor está atento a nuestras necesidades y nos enseña a actuar con los demás de igual manera. Prestemos atención a los otros, cedamos el mejor lugar a los demás. Jesús no nos pide hacer milagros, sino simplemente tratar con delicadeza, respeto y caridad, en los más pequeños detalles, a todas las personas. La práctica de caridad para con los demás sólo puede llevarse a cabo a partir del encuentro íntimo con Dios. Él es el que nos enseña a mirar a las personas no ya sólo con nuestros ojos y sentimientos, sino desde su perspectiva. Jesucristo nos impulsa a hacernos como Eucaristía para los demás y, por tanto, a ser ejemplo de entrega, caridad y oración.

Propósito:

- Ver a los demás no ya sólo con mis ojos y sentimientos, sino desde la perspectiva de Jesucristo.

Domingo, febrero 13, 2011

Primera Lectura:
Salmo Responsorial:
Segunda Lectura:
Evangelio:

Eclesiástico 15:15-20
Salmo 119:1-2, 4-5, 17-18, 33-34
I Corintios 2:6-10
Mateo 5:17-37

Todo buen cristiano tiene que tener como actitud fundamental el amor. Jesús nos invita a responder siempre con amor, incluso a las ofensas. Esto no nos resulta fácil, es un camino lleno de dificultades, pero que merece la pena.

Tenemos como modelo a Jesús y de tantos santos que fueron fieles al mandamiento del amor.

Reflexión:

- ¿Cuáles son nuestras reacciones instintivas cuando se nos hace una ofensa o se nos perturba y se nos molesta?

-¿Seguimos el ejemplo de Jesús?


-¿A quién considero antipático, adversario o enemigo? ¿En qué relación estoy con él?
-¿Pensamos que los criterios de Jesús nos exigen demasiado, y nos sentimos descorazonados?

Propósito:

Me esforzaré por contestar siempre bien, aunque me hagan daño.

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