28/2/11

PARA ORAR: del 28 al 6 de MARZO

Martes, marzo 01, 2011

Primera Lectura: Eclesiástico 35:1-12

Salmo Responsorial: Salmo 50:5-8, 14, 23

Evangelio: Marcos 10:28-31

¿A qué me pides renunciar, Señor?

Los que por amor a Cristo dejan la propia familia, entran plenamente a formar parte de la familia espiritual de Cristo. No les faltarán persecución y ataques pero encuentran siempre el premio que el Señor da a su desprendimiento.

Pedro sabía que había dejado todo por seguirte, y yo sé, Señor, que de muy poco me he desprendido por Ti. Pienso en todos aquellos que por vocación al sacerdocio, o a la vida religiosa, dejan atrás sus amores humanos, las personas queridas, las más allegadas, y, por amor a Ti y al Evangelio, se suben a tu barca con la decisión y la confianza de “remar mar adentro” contigo.

¿A qué me estás pidiendo renunciar, por amor a Ti, Jesucristo? Hoy me lleva tu Evangelio a contemplar seriamente cuál es la medida de mi egoísmo y a encontrar todos esos apegos que son un lastre que me impide caminar hacia la vida eterna, hacia tu recompensa.

Propósito
Por amor a Dios “desprenderme” de mi rutina y visitar a un enfermo.

Miércoles, marzo 02, 2011

Primera Lectura:
Salmo Responsorial:
Evangelio:

Eclesiástico 36:1, 4-5, 10-17
Salmo 79:8-9, 11, 13
Marcos 10:32-45


El evangelio nos dice que Jesús iba caminando delante de sus discípulos. Así es el Señor, Él siempre va delante de nosotros, guiándonos, preparándonos el camino, dándonos testimonio de lo que significa amar al Padre y cumplir su voluntad. El pasaje de hoy también nos dice que la gente seguía al Señor, pero lo hacía con temor. Ahora preguntémonos cómo es nuestro seguimiento de Jesús. ¿Nos parecemos en algo a la gente que iba detrás de Jesús? ¿Nos da miedo seguir al Señor con radicalidad? ¿Contemplamos con frecuencia el ejemplo del Señor que va delante de nosotros indicándonos el camino? ¿Nos atrevemos a seguirlo en todo? ¿Su amor nos hace sentirnos ciertos y seguros o todavía albergamos dudas respecto a Él? En la vida cristiana hay que caminar como Jesús, con paso firme, constante y decidido. No importa cuál sea el camino por el cual nos va llevando el Señor. Él tiene para cada uno un plan distinto, personal y maravilloso. Terminemos nuestra oración, diciéndole a Jesús: “Donde quiera que vayas, llévame siempre contigo Señor”.

Propósito

Leer el un rato la Biblia

Jueves, marzo 03, 2011

Primera Lectura:
Salmo Responsorial:
Evangelio:

Eclesiástico 42:15-25
Salmo 33:2-9
Marcos 10:46-52

Jesús le indica a sus apóstoles que le traigan al ciego Bartimeo, que pedía a gritos su compasión. Los apóstoles de inmediato le dicen al hombre que tenga ánimo y se levante, pues el Maestro lo ha escuchado.

Ser apóstol de Jesucristo es un don de Dios, que hemos recibido gratuitamente y, al igual que a los Doce, nos obliga a estar siempre atentos a las instrucciones de Cristo, reconociendo su voz, cuando nos pide que llevemos a una persona a su presencia, a sus pies, a tener un encuentro con Él.

Propósito
Preguntaré a Dios: ¿A quién quieres que le hable hoy de ti?

Viernes, marzo 04, 2011
Misa votiva del Sagrado Corazón de Jesús

Primera Lectura:
Salmo Responsorial:
Evangelio:

Eclesiástico 44:1, 9-13
Salmo 149:1-6, 9
Marcos 11:11-26

Cuando se pongan a orar, perdonen…” ¡Qué gran lección nos da Jesús en este pasaje del evangelio! Él une la oración y el perdón. No se puede orar con sinceridad si se alberga algún rencor o antipatía contra los otros. Tampoco se puede pretender perdonar de corazón si no se ora y reza por los demás. La próxima vez que queramos orar, examinemos primero cómo va nuestra caridad con los demás. Y cuando nos cueste disculpar a alguien busquemos ante todo refugiarnos en Cristo, para que Él infunda en nuestra alma sus mismos sentimientos y decisiones. El evangelio nos enseña que una fe viva debe ser siempre creciente, porque una fe verdadera se traduce en caridad y amor. El que da crece, en cambio, el que se guarda para sí y se encierra en su egoísmo se seca por dentro, como la higuera.

Necesitamos vivir en clave de donación, en actitud de entrega y apertura, de manera que todos los que se acerquen a nosotros, se lleven siempre algo bueno.

Propósito:

Dar algo de mí a todas las personas con las que me encuentre hoy.

Sábado, marzo 05, 2011
Misa votiva de la Santísima Virgen María

Primera Lectura:
Salmo Responsorial:
Evangelio:

Eclesiástico 51:12-20
Salmo 19:8-11
Marcos 11:27-33

Los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos de los que nos habla el evangelio conocieron en persona al Señor; el Salvador del mundo caminaba junto a ellos y no lo reconocieron. Les faltaba el calor de la fe. Esto ocurre a muchos hombres y cristianos de nuestro tiempo. Pero también hoy podemos entrar en diálogo con Jesús, presentarle nuestras preguntas y abrirnos a la fe en Él. El encuentro personal con Cristo es posible.

Pidámosle al Señor una fe más profunda, más auténtica; templada, robusta, nutrida no de ideas y de juicios humanos, sino de la Palabra de Dios.

Propósito:

Descubrir la mano de Dios detrás de todos los acontecimientos del día.

Domingo, marzo 06, 2011
Noveno Domingo del tiempo ordinario

Primera Lectura:
Salmo Responsorial:
Segunda Lectura:
Evangelio:

Deuteronomio 11:18, 26-28, 32
Salmo 31:2-4, 17, 25
Romanos 3:21-25, 28
Mateo 7:21-27

Construir sobre Cristo quiere decir fundar nuestra vida, expectativas, proyectos, diciendo: “Señor, todo lo quiero hacer contigo, como tú y para agradarte”. “Ante todo, quiero cumplir tu voluntad sobre mi vida”. Construir sobre roca quiere decir también edificar sobre Pedro y con Pedro. “Quiero Señor, edificar mi vida de acuerdo a las enseñanzas de tu Viario en la tierra, porque tú nos lo dejaste como cimiento firme de tu Iglesia”.

Jesús nos enseña también que habrá contrariedades: “Vino la lluvia… se desataron los vientos…”. Cimentar sobre roca quiere decir contar con Cristo en esos momentos, pues Él es la fuerza segura en quien nos podemos confiar. “Señor, ¡en ti confío! ayúdame a edificar sobre ti”.

Propósito

Ante cualquier contratiempo, problema, enfermedad, etc., renovaré mi confianza y abandono en las manos de Dios.

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